Decir que la educación es la base del progreso es descubrir el agua tibia. Es una ley , es como decir que el martes viene después del lunes. Sin embargo, más allá del tema de educación como formación de nuevos individuos que agregarán valor a nuestra sociedad, hay una estrecha relación entre las fallas que esta tiene en Venezuela, y la violencia que padecemos hoy los venezolanos.
Cuando muere algún líder de una banda , sea el picure , el lucifer, o como se quiera llamar, uno se alivia por la muerte del matón que tanto daño hizo , pero la realidad es otra , la realidad es que se ha producido una vacante que pronto será llenada por cualquier otro personaje que seguirá matando, robando y secuestrando hasta que a este lo maten y el ciclo se vuelva a repetir.
Y seguirán surgiendo nuevos malandros porque no hay escuelas que permitan que jóvenes se puedan formar , no hay alternativas para que en el momento oportuno los nuevos líderes se conviertan en líderes positivos y no lideres negativos. La violencia no permite que las escuelas puedan funcionar adecuadamente.
¿ Cómo puede un profesor enseñar matemáticas si sus alumnos lo amenazan ? ¿Cómo pueden desarrollarse y aprender los alumnos interesados cuando el compañero trae droga al salón?¿Con qué computadoras puede funcionar un liceo administrativamente si se las robaran el mismo día en que las compran?¿ A quien le interesa ser profesor en un ambiente tan hostil?
La violencia impide que las escuelas funcionen y el bajo desempeño de nuestras escuelas produce mayor violencia.
Cada vez que se invierta un bolívar en un cerco eléctrico o un sistema de alarmas se debe invertir la misma cantidad en lapices, libros y cuadernos. Un mejor sistema de educación se puede lograr pero depende de que toda la sociedad civil participe en su construcción y mantenimiento.
