En términos prácticos el arte de la guerra ha sido uno de los libros más útiles que se hayan escrito porque es un manual de conflictos, y el conflicto es tan antiguo como el ser humano. Es un pequeño catecismo (no más de 100 páginas ) que aunque fue escrito hace más de 3000 años en China por Sun Tsu sigue estando tan vigente como si lo hubieran sacado esta mañana. Se utiliza desde los deportes hasta los negocios , y por su puesto, para el arte de la política.
Uno de los principales ejes del libro es que quien gana batallas no necesariamente gana la guerra y que quien tiene más recursos no necesariamente resulta victorioso. Un claro ejemplo de esto fue la guerra de Vietnam en los años 60. Aunque EEUU contaba con un ejercito más poderoso y mejor dotado ganó casi todas las batallas pero aun así no la guerra, la estrategia de guerra de guerrillas de los vietnamitas destrozó la moral del adversario, los desgastó y los forzó a retirarse. Los gringos peleaban una guerra en la que mientras gastaban recursos y las bajas de su ejercito aumentaban no eran capaces de lograr resultados y enfrentar al enemigo cara a cara; no les quedó otra que irse.
Pensando en Venezuela uno de los grandes problemas (además de la inflación , violencia etc..) es que más de la mitad de los venezolanos tenemos la moral por el piso , en parte por los problemas de todos los días , en parte por los acontecimientos de principio de año y en parte por el rumbo que el país ha agarrado en la última década. Pareciera como si pensar que aun existen posibilidades y que el país puede salir adelante es sinónimo de locura.
Pero el futuro no está escrito y nadie lo conoce, si para algo han servido todos estos años es para que los venezolanos nos replanteemos nuestra situación , comencemos a pensar sobre el origen de los problemas que nos afectan , a que hablemos de cosas que antes no nos interesaban. Para que el país cambie los venezolanos tenemos que creemos que el cambio es posible , porque efectivamente lo es , debemos alistarnos como en una guerra , y atacar directamente los problemas que nos afectan , porque un cambio de gobierno aunque nos facilita el camino no nos garantiza necesariamente una solución.
Si tus fuerzas están en orden mientras que las suyas están inmersas en el caos, si tú y tus fuerzas están con ánimo y ellos desmoralizados, entonces, aunque sean más numerosos, puedes entrar en batalla. Si tus soldados, tus fuerzas, tu estrategia y tu valor son menores que las de tu adversario, entonces debes retirarte y buscar una salida.
Sun Tsu, El arte de la guerra
