sábado, 25 de febrero de 2017

De la UCAB al país que queremos


 Hace mas o menos un año tuve mi primera clase. ¿Cómo empezó ?No me acuerdo , pero si recuerdo cuando la profesora dijo:  “No crean que esta vista es por casualidad, este edificio fue diseñado a propósito para que en cada salón tengan una orientación panorámica del barrio “ eran como las siete de la noche y ya empezaban a resplandecer las luces, desde el salón se veía toda la montaña de antímano iluminada, luego agregó : “Es para que ningún estudiante se olvide el país que le tocará enfrentar cuando salga de la universidad”

       Después de un año de graduado de ingeniero de producción decidí comenzar una maestría en economía aplicada. El país nos ha obligado a tener una mínima noción de economía a la fuerza. Quizás en Suiza o Suecia un profesor tenga que explicar la inflación o  escasez , pero cuando llegó el tema en micro economía no hizo falta ahondar mucho, con ir al mercado es más que suficiente.

         Una de las cosas que más me gusta de la universidad es la campaña que tienen hacia el país y hacía los estudiantes. Cuando uno entra lo primero que te recibe es una valla que dice "De la UCAB al país que queremos ".  Luego en la feria "¿Quien dijo que dar lo mejor iba a ser fácil?". El mensaje implícito no puede ser más acertado , mientras mejor nos formemos mejor va a ser nuestro aporte para construir el país que "queremos". Y bien empleado que  está el verbo en futuro porque sabemos que el país que tenemos ahora no nos sirve.

        Por un lado estudiar la economía es frustrante al ver que no se toman las decisiones correctas  por negligencia. Sí,  por negligencia hoy  más de 80% de la población venezolana vive en la pobreza*. Pero también, es reconfortante saber que la receta para combatir la inflación existe,  que si generamos confianza y se incentiva la producción el salario de los pobres puede rendir más y habrá menos hambre.   Cada clase de macro economía se prestaba para el debate de cómo llegamos aquí y que podemos hacer para salir de la crisis.

        En un ambiente de desesperanza como el que vivimos hoy en día , la universidad es una trinchera de  resistencia. Desde la universidad se puede generar la esperanza que necesitamos y la UCAB es el mejor ejemplo.



* Según la encuesta ENCOVI 2016 el 81,1% de los hogares venezolanos esta en condiciones de pobreza. Encuesta realizada en alianza entra la UCAB UCV y USB