Aunque en el
aeropuerto de Puerto España no hay mucho que ver, por lo menos hay Internet, venden café, refrescos y hay donde
acomodarse. Almuerzo sí que no venden.
Una hora en el
taxi desde mi casa, dos horas y media en Maiquetía, una hora en llegar a Puerto
España, siete horas de espera en el aeropuerto, cinco horas en el avión de Caribbean Airlines, más el final de fotografía: 3 horas y media en la cola para
hacer inmigración porque de las sesenta taquillas disponibles solo seis
funcionan para recibir a los vuelos que llegan después de las 12 de la noche,
fue lo que me tomó llegar a mi destino final. En total, salí de mi casa a las 5
de la mañana y llegue al hotel a las 5 de la mañana del día siguiente, 24 horas
de viaje.
No
me quejo, ni que yo fuera una mamita, viajar para nueva york vale la pena así
sea en la chalana de Conferry, pero como extraño aquellos tiempos en que
existían pasajes subsidiados que cubrían la ruta CCS-NYC en tan solo cuatro
horas y media.
Lo
sorprendente fue que si en EEUU me esperaba una cola de 3 horas para poder
entrar, en Venezuela no duré ni 5 minutos en pasar la inmigración. Hace no mucho en el aeropuerto de Maiquetia no cabía un alma por
la cantidad de gente viajando y había que llegar más de tres horas antes del vuelo. Ahora el
aeropuerto se quedó con lo misma capacidad
solo que atendiendo a muchos menos pasajeros que antes. Hasta las
maletas salieron a tiempo.
Los
subsidios al parecer tienen su fecha de vencimiento. ¿Cuánto nos falta para que
se venzan los demás?
@pedromanceras
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