Esta mañana
ocurrió algo extraño, Henrique Capriles estaba siendo entrevistado en la radio.
Hace dos años esto hubiese sido algo frecuente, ahora son contadas las veces
que el principal líder de la oposición aparece por algún medio de comunicación
con tanto alcance a nivel nacional. Seguramente a otros personajes de la mesa de
la unidad se les permite declarar en público sin problema, hace poco veía a Roberto Henríquez de COPEI entrevistado en Venevisión,
pero a quien se raspó electoralmente a tres vicepresidentes seguidos no le pueden dar ese lujo. Es mucha la rabia que
le tienen.
En
resumen, Capriles habló de todos los problemas del país y de cómo la solución
pasa por ganar la asamblea nacional sin
obviar el pequeño detalle de que aún no tenemos la fecha de cuando se realizarán.
¿Por qué no dan la fecha de las parlamentarias? Porque no quieren celebrarlas,
porque no se atreven, el gobierno está informado de la situación y sabe que
nunca habían partido con tanta desventaja. No les conviene, saben que las
gobernaciones las pueden perder todas y no pasa nada, pero si pierden la
asamblea se les desmorona la base del autoritarismo.
Por
el otro lado la oposición no se siente con tanta motivación como corresponde a
las circunstancias, según encuestas que maneja Capriles más de la mitad de los
que se consideran oposición quieren irse del país. Por un lado se entiende, son
16 años acumulados de frustraciones, pero estamos en el momento en el que el
gobierno cosecha las consecuencias de su propia negligencia. Ahora el peor
enemigo del gobierno es el gobierno. Por más que se dediquen a hacerse publicidad
por el imperio comunicacional que construyeron pierden el esfuerzo con cada
minuto que un venezolano consume un una cola.
El
único recurso real en un escenario electoral con el que cuenta el chavismo es
dividir a la oposición. Y aquí hizo
bastante énfasis Capriles: “no vamos a permitir que ningún borracho nos orine
en la torta”. Siempre habrá por supuesto algún Ricardito Sánchez dispuesto a
entregar su conciencia por un cheque, pero es tarea de la MUD identificarlos
para que no tengan efecto. Mientras tanto nos corresponde a nosotros los
jóvenes trabajar para que la gente se entusiasme y vote porque nada motiva más
a los indecisos que ver a los jóvenes trabajando, a los políticos ya no le
tienen confianza.
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